La cuestión es que unos loquitos flashearon con el lugar y armaron un pueblo alemán aquí mismo.
De Colonia Tovar - Venezuela |
Llegamos acá luego de tener que aguantar un corte de ruta que duró un par de horas, pero que se pasaron rápido en la terminal de una ciudad que está a una hora mientras que por mi boca pasaba rapidamente un pancho. Mientras que mis mandibulas trituraban el manjar, mis ojos comenzaban a divisar personas muy blancas y rubias, que sin lugar a dudas parecían alemanes o europeos pero que hablaban y se vestian con inconfundible estilo venezolano.
Ya en el pueblo y luego de albergarnos en una posada atendida por una señora muy amable aunque un poquito desconfiada salimos a caminar y conocer el lugar, que es conocido tambien por la calidad de sus fresas con crema (frutillas) y por los platos típicos alemanes que no pude dejar de probar (salchichas con mostaza, salsas, pan tostados y una ensalada de repollo y zanahoria) que costaba como en Alemania :p
Por la noche cenamos un budin de banana exquisito y nos fuimos a dormir temprano, ya que mañana queriamos levantarnos tempranos porque luego tenemos que ir a Caracas para que mi compañera hasta esta parte del viaje, Lucía, se tome el avión de regreso a Argentina.
Luego de despertarnos, salimos a caminar y a desayunar rápidamente para sacarnos el frío húmedo que gobierna las montañas. Luego de visitar, la plaza "historica" y de perdernos un poquito por la calles, volvimos a la posada, hicimos las mochilas y por última vez transitamos las pendientes de este pedacito aleman en medio del caribe Venezolano para despedirnos de este cuento y seguir la historia en la ciudad más temida por todos los viajeros que cruzamos, la paranoica ciudad de Caracas.
Colonia Tovar - Venezuela |
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