miércoles, 16 de junio de 2010

Cercedilla, Madrid, España!!!

Finalmente y despues de tanto sufrir, por suerte pude volver a España para trabajar por tercer año consecutivo como socorrista, y por segundo año consecutivo en el pueblo de Cercedilla, ubicado a unos 55 kilometros de la ciudad de Madrid.

Como siempre el vuelo de llagada al pueblo fue accidentado, ya que viajo una señorita que estaba desequilibrada, por lo tanto insultaba a las aeromozas y a los otros pasajeros, tambien empujando o golpeando a algunos de los mismos. La cuestión es que llegue a Barajas y rápidamente me vine para el pueblo, donde deje las cosas en mi nuevo piso y me fui a trabajar a la misma piscina del año pasado.

La verdad es que me lleve una grata sorpresa, ya que a los pocos minutos de volver al pueblo, caminando por la calle ya me saludo alguna que otra persona que vive aqui todo el pueblo, ni hablar al salir por la noche, que ya me encontre a mucha gente más. Esto de conocer a la gente del pueblo es algo que realmente me gusta muchísimo, y mas al venir de una ciudad como Playa del Carmen, donde ahi no saludaba ni al vecino, todo el tiempo gente diferente, en contraste aqui con Cercedilla, donde uno va al supermercado y te pones a hablar con el carnicero, vas a un bar y siempre alguien te invita alguna cerveza para amenizar una charla. Y una gran alegría me dio tambien volver a ver a mi viejo amigo Esteban, que se quedó a vivir todo el año aquí y sobrevivió al invierno. Para ponernos al día nos fuimos a beber unos tubitos al Snow Bar de nuestro amigo el Litri.

La verdad es que tengo una felicidad inmensa de volver a estar aqui, fue mucho el sufrimiento y la incertidumbre para poder regresar, por eso, esta vez ya me siento realizado al haber pisado nuevamente esta tierra a la falda de los 7 Picos, que desde lo alto contemplan y protegen a este pueblo que ya forma parte de mi corazón.

lunes, 14 de junio de 2010

Rosario siempre estuvo cerca...

Y finalmente volvi a mi ciudad. Ciudad que la encuentro muy agitada despues del descenso de Central. Ciudad que crece a pasos agigantados. Ciudad que no me permite recordar los nombres de algunas calles. Ciudad que me hace cruzar con amigos caminando por la calle. Ciudad que me encuentra con conocidos que no te saludan.

Rosario, mi ciudad, a la que tantas veces no siento como mía. Ciudad a la que tantas veces olvido un poco. Ciudad que cuando la piso la hecho de menos. Rosario, que cosas raras que me haces sentir, pero no puedo evitarlo, te quiero y te detesto a la vez, con 28 años todavia no te entiendo...

Pero Rosario tiene a mi familia, mis viejos, mis primos hermanos y todos sus hijos que son lo que mas me duele cuando estoy lejos, mis ti@s, y los amigos de siempre y los no tan de siempre, y ese medico-amigo que siempre me da una mano.

Y esta semana en Rosario se me escapó del calendario y el reloj. Tramites, gente visitada y sin visitar, partido futbol con lesión incluida, encuentros deseados y otros no tantos, asados, carlitos, pizzas, helados, Fernet, alfajores, el frio húmedo de siempre, las hermosas mujeres de sus calles, el Paraná bailando y curvandose en tu orilla, tu monumento a esa bandera Argentino que en lo alto se ondulea al vaiven del viento.

Rosario, ahora si que entiendo un poco más porque siempre estuviste cerca.

lunes, 7 de junio de 2010

Visita relámpago a Argentina.

Afortunadamente puedo volver a ir a trabajar otra vez a España, pero antes de esto tengo que regresar nuevamente a mi país para poder hacer el visado de trabajo correspondiente, es asi que cambie por tercera vez mi pasaje y regrese a esta tierra.

Que mejor manera de volver al pais, tomar un remis de Ezeiza a Retiro y que el chofer sea un hincha fanatico de Racing y bien porteño el hombre, fue como una dosis demasiado elevada de argentinidad, pero simpatica y curiosa. Gracias a este señor y al programa de radio que estaba escuchando tuve un pantallazo general de la situacion politica, social y futbolistica del pais reducida en un tiempo de 45 minutos.

Dejo la mochila en la estacion de Autobuses y me meto como un porteño más en el ritmo frenetico de esta ciudad para llegar a tiempo a una delegacion de la policia federal y comenzar a realizar tramites burocraticos. Por suerte llego a horario, y no tardan más de 10 minutos en atenderme.

Luego de solicitar el certificado de Antecedentes penales, cambio mi punto de vista, y esta ciudad se transforma ante mí. Capital Federal ofrece su magia, caminar por las calles de Buenos Aires con el sentimiento de ser un turista y sentirse lejano a este país es una delicia para la vista y el corazón, y es así que me inunda una profunda melancolía por haber pasado estos meses lejos de esta tierra. Quiza sean las calles y esquinas que me recuerdan algun tango, pero de repente apareció esta melancolía mezclada con una alegria que me empuja a derramar algunas lagrimas y que me hacen sentir nuevamente Argentino. Y que mejor que en este ataque de Argentinidad que ir a comer una buena pizza de muzzarela, fugazzeta y una empanada de carne en plena calle Corrientes. Es tanta la alegría de mi paladar que mi boca le comenta al camarero lo mucho que estas dos triangulos de maza y ese disco relleno significan para saciar mi hambre y mi corazón.

Luego de la delicia gastronomica, nada mejor que llamar a viejos amig@s de esta ciudad y de Rosario, hablar un poquito con ellos y quedar en encontrarme para disfrutar una cena con gente que realmente me conoce, no sin antes seguir paseando por plazas, parques y la costanera para mirar la puesta del sol.

Al dia siguiente continua la lucha contra burocracia, pero todo transcurre lentamente y sin alterar mi estado de conciencia, que intenta orientar todos mis sentidos al pleno disfrute de esta ciudad que cada vez me maravilla más.

Ya terminé los tramites, ahora me queda la vuelta a la ciudad que me dio a luz y que me vio crecer, la tan linda como intrigable Rosario, que no se como se presentara ante mi, aunque presiento que sera una experiencia inigualable, nunca hay nada como volver a la familia y los amigos.

sábado, 5 de junio de 2010

Nuevamente el Mexico DF

El viaje por Mexico esta llegando a su final, y la ultima parada es el Distrito Federal, lugar al que decidi volver para visitar las ruinas de Teotihuacan, el Museo Mural de Diego Rivera y el Museo de Antropología.
Me vi sorprendido tambien por una manifestacion muy grande que cada tarde paralizaba las calles que rodean el Zocalo, situacion que le dio una pasividad considerable a este sitio.
La verdad es que el DF tiene su encanto que a veces se pierde un poco en la locura de las masas de personas que la pueblan, pero creo que en base a eso reside dicho encanto.
Ya ha pasado bastante tiempo desde que pise por primera vez esta ciudad, no puedo creer que 7 meses han pasado, a veces me parece que hace muchisimo tiempo que estoy en este país, a veces me sorprendo y creo que llegué hace pocos días, lo que si me situa un poco es que estoy extrañando muchisimo la comida Argentina y la Española. Algunas comidas aqui son muy ricas, pero no hay nada como un buen asado o como una buena tortilla de patatas.