Al poco tiempo de navegacion el agua cambia su color turbio por uno más azulado, y que definitivamente se transforma en turquesa al arribar a la playa, que como nos habian dicho tiene arena blanca.
Luego de una breve caminata y soportar el acoso de los vendedores ambulantes, decidimos armar nuestra carpa en el llamado "Paraiso de Mamá Ruth", que tiene mucho de paraíso y donde Ruth tiene mucho de mamá, ya que te permite acampar a cambio de que consumas algo de lo que prepara en su cocina.
En este lugar conocimos una parejita y a dos pibes de Capital, todos con buena onda y con quienes compartimos buenos momentos durante estos dias.
En la Isla Baru (que en realidad no es una isla) no hay mucho para hacer luego de que el sol se pone. Es por esto, que todos los días me levantaba al momento en que sale el sol y me iba a dormir a las poquitas horas en que el mismo se ocultaba.
En este sitio pude sentir y dejar que las horas transcurran lentamente, alterando la calma y el reposo solamente para hacer un poco de snorkel, darme un baño en las transparentes aguas o hacer alguna caminata por la playa. Leer un libro colgando de una hamaca a la sombra tambien es una de las actividades que mas disfrute aqui, como asi tambien tomar una cervecita o comer una ensalada de frutas cortadas ante tus ojos. Aunque el momento de climax gastronomico lo alcance al poder degustar de un delicioso plato de Langosta recien pescada, acompañada de patacones, arroz y ensalada por la irrisoria suma de 12000 COP (poco menos de 7 dolares).
Relax y placer, o simplemente Playa Blanca.
Playa Blanca, Baru (Colombia) |
2 comentarios:
quiero hacer la misma porfa amigo dame recomendaciones
quiero hacer la misma amigo dame concejos y recomendaciones
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