sábado, 29 de mayo de 2010

Vivir el Surf...

Esto lo escribi en el departamento al volver de un hermoso dia de surf...




Despertarse bien temprano, con el alba amaneciendo, con ese rayito de sol que timidamente entra por mi ventana y que anuncia al dia que esta naciendo.

Rico y nutritivo desayuno por la mañana, la mochila en la espalda, musiquita amable o un reggea sonando en el ipod mientras el camion rueda sobre sus llantas. Esas primeras olas que se divisan desde la carretera que atraviesa las montañas, el olor a sal que me llega con la brisa al bajar en la parada del autobus.

El tramite de cubrirme de protector como de cera cubro la tabla, para luego enfilar hacia la playa. Mover un poco los brazos, estirarlos, calentarlos. Atar el grip a mi tobillo izquierdo, ver que el mar no esta muerto, acostar el long sobre la inquieta superficie del agua y saltar sobre el mismo para empezar a remar.

Atravesar las primeras rompientes, apurarse para no quedar bajo una de ellas, alcanzar el sitio donde relajarse, descansar y esperar paciente el set que en algun momento esta por llegar. Saludar a algun que otro conocido, respirar el aire marino, calentarse con el solecito amarillo, mirar el vuelo de algun pelícano, sentirse en paz con uno mismo.

Y por fin el nivel del agua se eleva, las ondulaciones su tamaño aumentan. Medir, remar y agarrar la primer ola, meterse dentro de ella, fluir en su recorrido hacia la arena, esa danza curva que se baila hasta la orilla. Pararse, subir, bajar, desplazarse y reirse mientras se hace el recorrido, para luego caer torpemente ante algun desequilibrio. Asi es como uno puede sentirse con esa pared de agua una sola unidad, ola que te empuja, te arrastra, te inunda, no de agua sino de vida.

Paso la adrenalina, volver a remar y nuevamente a empezar con esa ola que vendrá con la mar. Y asi las horas con sus minutos pasan como las olas. No se tiene suficiente surf hasta que el cuerpo despierta de nuestro inconciente y el dolor apenas se siente fisicamente pero los brazos y la espalda un descanso agradecen.

No sé precisamente en cual de todos estos momentos me enamoré del surf. Solamente se que me sentí bien vivo en todo este ritual. Tan vivo como cuando mis manos mi guitarra hacen sonar, como cuando un dedo toma esa linda foto que mis ojos acaban de mirar. Como cuando a un nuevo destino acabo de arribar, como cuando el fernet, un asado y amigos se pueden juntar. Como cuando mis sobrinos rompen el silencio con solo reir, como cuando unos simples parrafos termino de escribir, como en muchos otros simples momentos de la linda aventura de atraverse a vivir.

De visitas en Bucerias y Puerto Vallarta

Nuevamente el Oceano Pacífico!!! Esta vez para visitar a Gina, señorita que conocí en el Aeropuerto cuando los dos estabamos viajando desde Ezeiza a Mexico DF, con la que comparti poco mas que una charla mientras haciamos el check-in y un viaje de taxi en el DF; pero bueno, la vida del viajero es así y ella con su Mamá Dolores me brindaron un hogar en su propia casa. Tampoco me voy a olvidar de mi nuevo sobrino adoptivo Moko, su mascota.

La idea inicial era quedarme en este lugar aproximadamente una semana, para conocer un poco, aprender a surfear, y relajarme con el oceano, pero por circustancias ajenas al caso terminé quedandome en el lugar tres semanas, es más, hasta me alquilé un departamento pensando en que iba a quedarme a vivir aqui, solamente me falto encontrar trabajo, cosa que estuve buscando.

La vida en el pueblo es muy tranquila, se vive a otro ritmo, se disfruta del sol, su ocaso, el ruido del mar, unas quesadillas increibles de Don Chava, siempre hay una excusa para tomarse una cervecita. Hablando con Gina le comente que la unica preocupacion que tienen es a que playa van a ir o que bañador se van a poner, eso si que es vida!!!

Como mencione antes, en este lugar me enamoré del surf, despues de la primera vez que lo practique y que me pude para en el longboard, me volvi loco con esto, y no paso un dia en el que no quiera surfear. En total surfee 5 dias, algunos con mejor suerte que otros o mejores olas, pero en resumen, conoci otro deporte que de ahora en más haré todo lo posible por tratar de practicarlo con algo de regularidad.


Mexico 11 . Puerto Vallarta y Bucerias

domingo, 9 de mayo de 2010

Guadalajara con la familia del Sereque!!!

Después de unos diás en la hermosa Guanajuato, segui el viaje hacia el noroeste y me dirigi a la ciudad de Guadalajara, precisamente al municipio de Tlaquepaque, donde me estaba esperando la familia de Perla, compañera del Reef. Conoci a su mama, su papa y su hermanito Angel en el hotel, cuando fueron a pasar una semana.

Con ellos recorri bastante la ciudad, comi rica comida mexicana, en fin, me trataron como a otro hijo, ya sea como Alfredo, Mario o Angelito.

10 Mexico . Guadalajara

jueves, 6 de mayo de 2010

Que linda Guanajuato!!!

Esta ciudad la verdad es que me impacto, la cuna de Diego Rivera alberga una movida cultural importantisima. Se respira cultura en cada rincon de esta ciudad, grandes universidades, muchísimos museos, mucho artista callejero, grandes teatros, muchisima historia, en fin, una delicia para los sentidos...

Ni hablar de los hermosos callejones que surcan este sitio, calles subterraneas, bellas muchachas, mucha juventud.


Mexico 09 . Guanajuato

martes, 4 de mayo de 2010

Unas horas en León

Despues de dos dias en el DF decidi seguir camino, esta vez hacia el estado de Guanajuato, en primer lugar la ciudad de León. Esta ciudad es bien pequeña, mucha iglesia y poco más para ver, por eso solamente pase una tarde en ella caminando por el centro y luego parti para la ciudad de Guanajuato.



Mexico 08. León

domingo, 2 de mayo de 2010

Mexico DF

Despues de unas horas durmiendo segui camino hacia el DF, ciudad que ya conocía pero que decidi visitar una vez más para ir a lugares que todavia no vi.

La primer noche fue de fiesta, fui con Anja (amiga que conoci en el hotel de Playa del Carmen) y sus amigas a un antro que se llama "Bulldog Cafe".

Una vez recuperado de la cruda al dia siguiente fui al bosque de Chapultepec, donde me lleve una grata sorpresa al llegar al parque y ver que Panchito, conciudadano mio estaba llevando a cabo un recital en el lugar. Despues de saludarlo y gastarlo un ratito me fui para el castillo de Chapultepec, desde donde se obtiene una hermosa panoramica de la ciudad.

Al día siguiente decidi seguir camino y me fui para León, pero ese es otro capitulo.

Mexico 07 . Mexico DF