martes, 25 de enero de 2011

Autobus de Lima a Trujillo, Perú

Desde la estación de Fiori en Lima, emprendimos con Lu viaje hacia Trujillo, ciudad ubicada al norte de este país donde nos estaba esperando nuestro amigo de Couchsurfing.org Enrique para ofrecernos su hospitalidad mientras estuvimos aqui.

El viaje en autobus fue por demás de largo, ya que supuestamente tenía que durar 8 horas pero se extendió a casi once, por lo tanto llegamos a destino casi a las 23 horas, pero eso no fue impedimento para que Enrique nos recibiera. En si el trayecto fue muy divertido y bizarro por momentos.

Apenas ocupamos nuestras ubicaciones en el autobus disfrutamos de un señor que vendía dijes (el decía que las cadenas son para los perros y los presos) acompañadas por minerales para los diferentes signos del zoodiaco. El tipo tenía un chamuyo increible, te daban ganas de comprarle, pero no caimos en la tentación como muchos de los pasajeros, que creían que todos los males actuales son causados por el stress y la cadenita iba a ayudar a evitarlo como decia este señor.

Luego de la detención para almorzar, subieron dos humoristas que de humor tenían poco y nada, aunque la gente igual se reía... lo más interesante de estos dos personajes es que uno de ellos hizo una palmera de papel de diario buenísima, la verdad es que me sorprendió.
Cuando bajaron estas dos personas, subió otro vendedor que más que vendedor parecía predicador, aunque luego el te ghinseng y las vitaminas en polvo que vendía fueron bien recibidas por el publico.

Una vez que ya no hubo más vendedores, pudimos disfrutar de dos películas, la primera en idioma ruso sin subtitulos ni nada, así que no tengo idea cual era. Solo se que actuaba Robert de Niro. La segunda exhibición cinematográfica fue Death Race 2, que ya la habiamos visto en el viaje de Rosario a Lima, por lo tanto solamente nos atormentamos con el sonido fuertísimo que te daba dolor de cabeza.

Con respecto al conductor solamente tengo unas palabras para decirle: "Hijo de remil put...!!! Nos sos uno de los participantes del rally Dakar!!!" El tipo era un suicida, nunca viaje tan cagado en un autobus... la doble linea amarilla parece que no la veia, adelantaba en curva ascendente sin importarle si venía alguien adelante, la verdad que fue un temerario, y vuelvo a repetirlo, nunca tuve tanto miedo arriba de un colectivo...

Por suerte el trayecto nos ofreció unas vistas increibles, siguió el desierto por todos lados, nada más que ahora algunas dunas llegaban hasta la orilla del mar, cambiando el paisaje tan arído por uno mas "playero" por así decirlo. Fue muy lindo ver el atardecer y notar el cambio de los colores del cielo desde la ventana del colectivo.

Una vez que milagrosamente arribamos a Trujillo, nos tomamos un taxi y llegamos hasta la casa de Enrique, que nos estaba esperando para charlar un rato. Mas tarde, cuando el cansancio se hizo sentir, y a pesar del cagazo que tuve hoy día, me fui a dormir con una sonrisa por haber sobrevivido al viaje y por haber disfrutado de esta experiencia que en estas palabras les transmito.

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