lunes, 13 de octubre de 2008

Sevilla y Córdoba para terminar el paseo Andaluz.

Luego de la playita de Cadiz, me fui en tren rumbo a Sevilla, donde me encontré a Carmen (nos conocimos en el norte de Argentina) y que mejor una sevillana para que me muestre la ciudad, su gente, y todo lo lindo de este sitio.

Empezamos andando bastante a pie, para luego cambiar por la bicicleta, aprovechando el "Sevici" (es un sistema de alquiler de bicicletas, que tiene puestos por toda la ciudad, puedes usar la misma 30 minutos, para luego dejarla en alguno de los puestos. Este sistema tambien se utiliza en Granada, Barcelona, Cordoba, y la gente de Madrid estaba pidiendo algo similar). Sevilla me sorprendio por la cantidad de iglesias que tiene, es increible, desde lejos y por la noche se ven todas las torres iluminadas, pero sin lugar a dudas, la Catedral sobresale de las demas, ya que es gigante y tiene un estilo gotico interesante. Plaza de España, Plaza de America, el Alcázar (desde afuera) y la zona del rio con sus puentes y la torre de oro fueron algunos de los lugares por los que tambien anduve, al igual que un par de exposiciones de fotografias y de arte contemporaneo.

Sevilla tambien tuvo la suerte de verme jugar al futbol, jjajaja. No, en serio, una noche fuimos a jugar al futbol con Carmen y sus amig@s y me sorpreni por la calidad de mi amiga, es mas, tengo que bajar la cabeza y decir que me hizo un caño, pero bueno, tomando cañitas con tapas despues del partido uno se olvida de esas cosas, jeje. Y hablando de cañas, tengo que nombrar las tapas que me volvieron loco en este sitio como la de pimientos y atun, pincho de pollo picante, patatas a la castellana, camarones al limón, y las exquisitas sardinas a la plancha en la feria.

Despues de Sevilla, hice una visita relampago a Cordoba, para ver la sensacional Mezquita-Catedral, el Puente Romano, la muralla y las fuentes que rodean al casco historico, los estrechos callejones, las casas con sus patios llenisimos de macetas, y una de las 3 Sinagogas que existen en España (las otras 2 estan en Toledo). Además, aproveché para tomar un rico vino cordobes acompañado de una tapa de tortillita de patatas, antes de subirme al autobus para volver a Madrid, que ya la siento como mi propia casa.

La verdad es que Andalucia me cautivo, y estoy sumamente feliz por haber recorrido esta zona, haber conocido sus calles, su gente, sus costumbres, su gastronomia, en fin.

Ya escribiré un poco mas las sensaciones que me desperto Andalucia.

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